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ISSN 1989-4163

NUMERO 89 - ENERO 2018

La Verdadera Historia de la Creación: Porque Dios, es Mujer

Carmelo Arribas

Fuentes medianamente bien informadas, cuentan que  lo de que, Adán fuera el primer ser inteligente que crease Dios sobre la Tierra, no deja de ser un infundio, entre otras cosas, porque aunque lo hubiera creado, el primero, está por demostrar que el hombre, o sea el varón, tenga el nivel lo suficientemente alto como para ser considerado como tal, y como “contra los hechos no valen argumentos, no hay sino dar un vistazo a la historia de la humanidad, para comprobar que tal afirmación esta totalmente avalada, por sus actuaciones personales. Y que además lo de que ;“hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, lo de; “hombre” fue una cambiazo que le dio a la palabra algún monje misógino al copiar la Biblia en algún perdido convento en la antigüedad, y como a los copistas posteriores no les pareció mal el cambiazo, continuó el engaño por los siglos de los siglos, amén. Pero seamos sensatos, qué pasaría si se descubriera de repente que Dios es mujer. Que todos pensaríamos que es lo mas lógico y que no habíamos caído que;¡ Hasta tiene un hijo¡ Hay muchas mujeres con hijos  de padre desconocido, pero no conozco ningún padre que tenga un hijo de madre desconocida.
Quizás así, con estos antecedentes, podamos  comprender mejor la escena. Cambiando simplemente la palabra Adán por Eva, el relato sale más redondo.
Dios creó a la mujer a su imagen y semejanza, la puso en el paraíso y estaba “divinamente”. Dios bajaba de vez en cuando, total ya había hecho la creación y Eva le había convencido de que ya estaba bien de trabajar que se le iban a estropear las uñas con el barro y que se tomara unas vacaciones. Y se pasaban en día paseando por el Jardín y hablando de sus cosas. Pero claro como Eva no pegaba ni palo al agua, engordó. Una vez mirándose en el espejo, se dio cuenta que las cartucheras ya no le entraban en el de cuerpo entero, y se tenía que mirar en dos veces.
-Parece que te veo un poco gorda. Le dijo Dios.
-Ya ves. ( Como tenía la boca llena, no le salió bien la ese final) - Contestó ella. A Dios le hizo gracia, que se comiera la ese,  y desde entonces siguiendo la coña de aquel día, Eva le llamaba igual, Dios que Yavé y así quedó la cosa, hasta ahora, que les ha dado a algunos por llamarlo Jehova.
A ella no le importaba mucho estar gorda, porque total, no había quien la mirara, menos las hienas que cuando pasaban a su lado tenían una risita que no le hacía ni pizca de gracia. Hasta el día en el que cuando se iba a bañar en el río Eúfrates que pasaba por allí, por mitad del Paraíso, un hipopótamo cegato la piropeó.
-¡Guapa, que estas muy rica¡ Chati, que cuando quieras nos damos un voltio por ahí, que conozco un lugar que quita el sentío.
Y la verdad, es que eso la molestó.
Cuando llegó Dios para el paseo, ya tenía la pregunta preparada.
- Oye Yavé, tú que eres el ser más inteligente que existe, (había que pelotear un poco, al fin y al cabo un día le había dicho que había creado a todas las criaturas y a toda la Creación para que le alabara, y la verdad es que ella ejercía poco eso, y ya Dios estaba algo mosqueada, porque las cosas no le estaban saliendo como había pensado).  Que digo yo. Lo de ser gorda, cómo se quita.
Yavé le hizo unas dietas y le preparó unas pócimas, para quemar grasas, y una tabla de ejercicios y para que no se olvidara, se lo escribió en un papel.
Pero la dieta era una lata, las pócimas sabían mal y se olvidaba de tomarlas casi todas las veces, porque como no había ido a la escuela no sabía leer lo del papel,  y no se acordaba si eran tres al día antes o después de las comidas, y como no paraba de comer, ¿cuándo se las tomaba? Además como todavía no se habían inventado los CD, ni los casetes, ni lo de Operación Triunfo, para ponerse música para el aerobic, el ejercicio era muy aburrido. El resultado como era de esperar, fue el contrario, le entró una ansiedad terrible porque no hacía lo que debía, y lo pagó con más comida.
Y se puso como un “trullo”.
Total que le dijo otra vez a Dios.
- Oye que eso que me has recomendado, es un rollo lo he hecho todo  y encima, he engordado mas.
Dios que se enteraba de todo, porque tenía un ojo en un triángulo que era una cámara de televisión que lo veía todo, prefirió callarse, para no liarla y decirle cuatro cosas,  al fin y al cabo se había empeñado en que fuera feliz y no le iba a dar un disgusto.
-Pues no se qué te voy a hacer.
Tú que eres tan inteligente.¿No sabes que hacer? Pues hazme como a Cher, me quitas unas costillas flotantes y me dejas guapísima.
-¿Y que voy a hacer con las costillas que sobran?
-¿¡Como qué vas a hacer con las costillas¡? Me haces un hombre con cada una.
-¿Y para que quieres tú un hombre?
Pues para qué lo voy a querer. Para divertirme con él una temporada y que me pase luego una pensión, cuando me divorcie.
Y Dios cayó en la cuenta, que al final, no era tan inteligente como Ella había pensado, porque ese era un detalle en el que no había caído. Tendría que tener cuidado, porque el día menos pensado esa Eva que había creado le acabaría quitando el puesto.

 

CAPITULO II
Y DIOS CREO AL HOMBRE
 
Le puso anestesia general, y con una costilla le hizo a Eva  un galán, que cumplía todos los requisitos, alto, guapo, fuerte y tontorrón, y con una cuenta corriente de las que no eran corrientes.
La otra se la echó a un león que pasaba por allí, al fin y al cabo era Dios y en el cargo de Dios,  iba incluido lo de: “sumamente misericordiosa”, y ya tenía cargo de conciencia por haber hecho uno, que le parecía cruel el hacer dos, de paso le estropeaba las fantasías eróticas a la mema aquella, que ya le estaba empezando a caer gorda. ¡Cómo se pasara un pelo, y se iba a enterar¡ Le iba a enviar a los ángeles guardaespaldas y la “pita calle” del Paraíso. Miró al león que se estaba relamiendo por la costilla que le había echado.
-Igual le coge gusto al sabor y se zampa también a Eva.
Pero apartó de su mente semejante pensamiento que no era propio de un Dios, bueno y amante de sus criaturas.
¡Amante de sus criaturas, y acababa de hacer a un hombre¡
-¡Yo mismo¡ ( Como ella era Dios, no podía decir ¡Dios mío¡)La que he liado.
Luego se arrepintió de su decisión. Tenía que haber hecho dos, porque  si había dos, uno podría ser del Madrid y el otro del Barcelona y eso le daría vidilla al sitio que ya empezaba a ser un muermo, aunque con la suerte que estaba teniendo lo más seguro es que le salieran los dos del Rayo Vallecano, porque si al menos fueran del Atlético Madrid, y del Betis, la cosa tendría su aquello.
Cayó en la cuenta  de que el hombre además de tontorrón era muy creído. ¿Cómo le decía que a Eva la había creado primero? Se iba a deprimir y ya tenía bastantes problemas.
Acababa de despertarse, Eva, de la anestesia, y se estaba mirando si le había dejado cicatriz, que luego se ponía biquini y se le notaba un montón. Pero, la había dejado estupenda. ¡Hasta liposucción le había hecho¡
-Vió al hombre, que todavía seguía atontado, aunque desconocía que ese era su estado natural.
-Es que ha tenido un poco de hipoxia en el parto, por eso me ha salido así, se excusó Dios.
Y acto seguido, le hizo Dios la pregunta que le rondaba por la mente y no sabía cómo abordarla.
-Mira los hombres son un poco quisquillosos y creídos. ¿Cómo crees que se va a tomar el que te haya hecho a ti primero?
-Dile que fue él.-Contestó ella-  Así me quito años.
-No se lo va a creer. Todas las evidencias están en su contra.
-Tú díselo, seguro que se lo cree y lo defenderá a capa y espada.
Dios empezó a pensar que efectivamente un día de esos, Eva le acabaría quitando el puesto, si no se espabilaba.
Pero luego pensó aquello de que: “ La avaricia rompe el saco”.
Y le regaló un saco.
Eva, pensando que aquello era un nuevo vestido de moda, y que no era bueno que el hombre la viera desnuda, porque si le gustaba verla así, no le compraría después ningún vestido en Versache, le hizo un agujero al saco,  metió la cabeza por él y lo cortó por delante, haciendo un escote que le llegaba casi hasta el ombligo. Acaba de inventar la moda.
-Adán se despertó, (nunca fue muy despierto). He hizo intención de decir   sus primeras palabras. Todos los animales del Paraíso hicieron corro para no perderse tan trascendental momento.
-Eva.¿Ya se ha acabado el documental de la segunda cadena. Me he quedado dormido?...¿Puedes traerme una cerveza de la nevera?
Dios sonrió satisfecho. El resultado no podía haber sido mejor. Todo el Paraíso corrió a felicitarle.
Aquel fue un gran día. Y para evitar enturbiar semejante triunfo, decidió en ese momento, que ya no crearía mas cosas. Si querían que hubiera más humanos, que los hicieran ellos mismas.
Y entonces para explicarles el cómo tenían que hacerlo, se le ocurrió la historia del polen y la abejita, pero cuando fue a contárselo a Adán y Eva, ya estaban los dos, entre unos arbustos, en mitad del follaje.
Para no molestar, lo escribió en un papel, y se lo dejó al lado, para que ellos se lo aprendieran y se lo comentaran a sus hijos. Como recordó que no sabían leer, les adjuntó, pagada, la matrícula para la escuela nocturna de alfabetización de adultos, que daban los ángeles.
Pero ellos siguieron a lo suyo.
Nueve meses más tarde nació Caín.
Pero en el intermedio pasaron muchas cosas. Y  hasta los desahució por okupas del Paraíso, y se marcharon sin haber pagado ni el alquiler, ni el recibo de la luz ni el agua
Pero esa ya es otra historia.

 


Carmelo

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